Texto
Bíblico: Lucas 14:25-33
Comentario
Bíblico:
• El evangelio de hoy habla del discipulado y presenta las
condiciones para que alguien pueda ser discípulo o discípula de Jesús. Jesús
está camino de Jerusalén, donde va a morir en la Cruz. Este es el contexto en
que Lucas coloca las palabras de Jesús sobre el discipulado.
• Lucas 14,25: Ejemplo de discípulado. El evangelio de hoy es
un ejemplo bonito de cómo Lucas transforma las palabras de Jesús en lecciones
para el discipulado para la gente de las comunidades. Dice: “Caminaba con él
mucha gente. Y volviéndose les dijo”. Jesús habla a grandes multitudes, esto
es, habla a todos, inclusive a la gente de las comunidades del tiempo de Lucas
y nos habla también a nosotros hoy. En la enseñanza que sigue, pone las
condiciones para que alguien sea discípulo de Jesús.
• Lucas 14,25-26: Primera condición: odiar al padre y a la
madre. Algunos le quitan fuerza a la palabra odiar y la traducen con “dar
preferencia a Jesús por encima de los padres”. El texto original usa la
expresión “odiar a los padres”. En otro lugar Jesús manda amar y honorar a los
padres (Lc 18,20). ¿Cómo explicar esta contradicción? ¿Es una contradicción? En
el tiempo de Jesús, la situación social y económica llevaba las familias a
encerrarse en sí mismas y les impedía cumplir con la ley del rescate (goel),
esto es, socorrer a los hermanos y hermanas de la comunidad (clan) que estaban
amenazados de perder su tierra o de caer en la esclavitud (Cf. Dt 15,1-18; Lev
25,2343). Encerradas en sí mismas, las familias debilitaban la vida de
comunidad. Jesús quiere rehacer la vida en comunidad. Por esto, pide que se
rompa la visión estrecha de la pequeña familia que se encierra en sí misma y
pide que las familias se abran entre sí en la gran familia, en la comunidad.
Este es el sentido de odiar el padre y la madre, la mujer, los hijos, los
hermanos y hermanas. Jesús mismo, cuando los parientes de su pequeña familia
quieren llevarlo de nuevo a Nazaret, no atiende su petición. Ignora u odia su
petición y alarga la familia diciendo: “Mi hermano, mi hermana, mi madre son
todos aquellos que hacen la voluntad del Padre” (Mc 3,20-21.31-35). Los
vínculos familiares no pueden impedir la formación de la Comunidad. Esta es la
primera condición.
• Lucas 14,27: Segunda condición: cargar la cruz “El que no
lleve su cruz y venga en pos de mí, no puede ser discípulo mío.”. Para entender
bien el alcance de esta segunda exigencia debemos mirar el contexto en que
Lucas coloca esta palabra de Jesús. Jesús está yendo hacia Jerusalén donde será
crucificado y morirá. Seguir a Jesús y llevar la cruz detrás de él significa ir
con él hasta Jerusalén donde para ser crucificado como él. Esto evoca la
actitud de las mujeres que “habían seguido a Jesús y le habían servido desde
cuando estaba en Galilea. Muchas otras estaban allí, pues había subido con
Jesús a Jerusalén” (Mc 15,41). Evoca también la frase de Pablo en la carta a
los Gálatas: “Cuanto a mí, jamás me gloriaré a no ser en la cruz de nuestro
Señor Jesucristo, por quien el mundo está crucificado para mí y yo para el
mundo” (Gál 6,14)
• Lucas 14,28-32: Dos parábolas. Las dos tienen el mismo
objetivo: llevar a las personas a pensar bien antes de tomar una decisión. En
la primera parábola dice: “Porque ¿quién de vosotros, que quiere edificar una
torre, no se sienta primero a calcular los gastos y ver si tiene para acabarla?
No sea que, habiendo puesto los cimientos y no pudiendo terminar, todos los que
lo vean se pongan a burlarse de él, diciendo: ¡Éste comenzó a edificar y no
pudo terminar!” Esta parábola no necesita explicación, habla por sí sola: que cada
uno reflexione bien sobre su manera de seguir a Jesús y se pregunte si calculó
bien las condiciones antes de tomar la decisión de ser discípulo de Jesús.
La segunda parábola: “O ¿qué rey, antes de salir contra otro
rey, no se sienta a deliberar si con diez mil puede salir al paso del que viene
contra él con veinte mil? Y si no, cuando el otro está todavía lejos, envía una
embajada para pedir condiciones de paz”. Esta parábola tiene el mismo objetivo
que la anterior. Algunos se preguntan: “¿Cómo es que
Jesús se puso a usar un ejemplo de guerra?” La pregunta es
pertinente para nosotros que conocemos las guerras de hoy. Sólo la segunda
guerra mundial (1939 a 1945) causó 54 millones de muertos. En aquel tiempo, las
guerras eran como la competitividad comercial entre las empresas de hoy que
luchan para obtener más beneficios.
• Lucas 14,33: Conclusión para el discipulado. La conclusión
es una sola: seguir a Jesús es una cosa seria. Hoy, para mucha gente, ser
cristiano no es una opción personal, ni una decisión de vida, sino un simple
fenómeno cultural. No se les pasa por la cabeza tomar una opción. Frecuentan
por un tiempo una iglesia, se aburren y en seguida otra. Se les olvida que ser
cristiano es seguir a Jesús para seguir a Jesús hay dos condiciones: 1) Odiar a
tu padre y a tu madre, a su mujer, a sus hijos, a sus hermanos, hermanas y
hasta su propia vida; y 2) Llevar la cruz de Jesús.
Preguntas
para la meditación:
• Ser cristiano es cosa seria.
Tengo que calcular bien mi manera de seguir a Jesús. ¿Cómo acontece esto en mi
vida?
• “Odiar a los padres”; Comunidad o
familia. ¿Cómo combinas las dos cosas? ¿Consigues armonizarlas?
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