Texto
Bíblico: Lucas 17:7-10
Comentario
Bíblico:
• El evangelio de hoy nos presenta una parábola que se
encuentra sólo en el evangelio de Lucas, sin paralelo en los otros evangelios.
La parábola quiere enseñar que nuestra vida debe caracterizarse por la actitud
de servicio. Empieza con tres preguntas y, al final, Jesús mismo da la
respuesta.
• Lucas 17,7-9: Las tres preguntas de Jesús. Se trata de tres
preguntas sacadas de la vida de cada día, para las cuales los oyentes
adivinaban ya la respuesta. Las preguntas son formuladas de tal manera que
invitan a cada oyente a que piense en su propia experiencia y, desde su
experiencia, trate de dar una respuesta. La primera pregunta: “¿Quién de
vosotros que tiene un siervo arando o pastoreando y, cuando regresa del campo,
le dice: `Pasa al momento y ponte a la mesa?” Todo el mundo responderá: “¡No!”
Segunda pregunta: “¿No le dirá más bien: `Prepárame algo para cenar, y cíñete
para servirme y luego que yo haya comido y bebido comerás y beberás tú?” Todo
el mundo contestará: “¡Sí! ¡Claro!” Tercera pregunta: De igual modo “¿Acaso
tiene que dar las gracias al siervo porque hizo lo que le mandaron? Todo el
mundo contestará: “¡No!” Por la manera que Jesús tiene de plantear preguntas,
la gente percibe hacia qué dirección quiere orientar nuestro pensamiento.
Quiere que seamos servidores unos de otros.
• Lucas 17,10: La respuesta de Jesús. Al final, Jesús mismo
saca la conclusión que ya estaba implícita en las preguntas: “De igual modo
vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os mandaron, decid: No somos más que
unos pobres siervos; sólo hemos hecho lo que teníamos que hacer.” Jesús mismo
nos da el ejemplo cuando dice: “El Hijo del hombre no ha venido para ser
servido, sino para servir” (Mc 10,45). El servicio es un tema que gusta a Lucas.
El servicio representa la forma como los pobres del tiempo de Jesús, los anawim, esperaban al Mesías: no como un
Mesías glorioso, rey, sumo sacerdote o juez, sino como el Siervo de Yavé,
anunciado por Isaías (Is 42,1-9). En Nazaret, Jesús se presenta como el Siervo,
descrito por Isaías (Lc 4,18-19 e Is 61,1-2). En el bautismo y en la
transfiguración, fue confirmado por el Padre que cita las palabras dirigidas
por Dios al Siervo (Lc 3,22; 9,35 e Is 42,1). A sus seguidores Jesús pide
“Quien quiere ser el primero, se haga siervo de todos” (Mt 20,27). ¡Siervos
inútiles! Es la definición del cristiano. Pablo habla de esto a los miembros de
la comunidad de Corinto cuando escribe: “Yo planté, Apolo regó; pero quien dio
el crecimiento fue Dios. Ni el que planta, ni el que riega es algo, sino Dios
que da el crecimiento” (1Cor 3,6-7). Pablo y Apolo no son que instrumentos,
“servidores”. Lo que vale es Dios, ¡y sólo El! (1Cor 3,7).
• Servir y ser servido. Aquí, en este texto, el siervo Sirve
al señor, y no el señor al siervo. Pero en otro texto de Jesús, se dice lo
contrario: “Dichosos los siervos que el señor encuentra en vela cuando llega; en
verdad os digo que se ceñirá, y los sentirá a la mesa, y se prestará a
servirlos” (Lc 12,37). En este texto el señor sirve al siervo, y no el siervo a
su señor. En el primer texto, Jesús habla del presente. En el segundo texto,
Jesús habla del futuro. Este contraste es otra manera de decir: gana su vida
aquel que está dispuesto a perderla por amor a Jesús y al Evangelio (Mt 10,39;
16,25. Quien sirve a Dios en esta vida, será servido por Dios en la vida
futura.
Preguntas
para la meditación:
• ¿Cómo defino mi vida?
• Ponte las mismas preguntas de
Jesús. ¿Vivo como un siervo inútil?

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