Texto
Bíblico: Lucas 19:1-10
Comentario
Bíblico:
• En el evangelio de hoy, estamos
llegando al final de la larga caminata que empezó el capítulo 9 (Lc 9:51).
Durante esa caminata, no se sabía bien por dónde Jesús iba. Lo único que se
sabía era que iba hacia Jerusalén. Ahora, al final, la geografía queda clara y
definida. Jesús llega a Jericó, a la ciudad de las palmeras, en el valle del
Jordán. Última parada de los peregrinos, antes de subir para Jerusalén. Allí en
Jericó terminó la larga caminata del éxodo 40 años por el desierto. También el
éxodo de Jesús está terminando. Al entrar a Jericó, Jesús encuentra a un ciego
que quería verle (Lc 18:35-43). Ahora, al salir de la ciudad, encuentra a
Zaqueo, un publicano, que también quiere verle. Un ciego y un publicano. Los
dos eran excluidos. Los dos molestaban a la gente: el ciego con sus gritos, el
publicano con sus impuestos. Los dos son aceptados por Jesús, cada cual a su manera.
• Lucas 19,1-2: La situación. Jesús
entra en Jericó y atraviesa la ciudad. "Había un hombre llamado Zaqueo,
muy rico, jefe de los publicanos". Publicano era la persona que cobraba el
impuesto público sobre la circulación de la mercancía. Zaqueo era el jefe de
los publicanos de la ciudad. Sujeto rico y muy ligado al sistema de dominación
de los romanos. Los judíos más religiosos argumentaban así: “El rey de nuestro
pueblo es Dios. Por esto, la dominación romana sobre nosotros es contra Dios.
¡Quien colabora con los romanos peca contra Dios!” Así, los soldados que
servían en el ejército romano y los cobradores de impuestos, como Zaqueo, eran
excluidos y considerados como pecadores e impuros.
• Lucas 19:3-4: La actitud de
Zaqueo. Zaqueo quiere ver a Jesús. Siendo pequeño, corre hacia delante, sube a
un árbol, y espera para ver a Jesús que pasa. ¡Tiene enormes ganas de ver a
Jesús! Anteriormente, en la parábola del pobre Lázaro y del hombre rico, sin nombre,
(Lc 16,19-31), Jesús mostraba lo difícil que es para que un rico se convierta y
abra la puerta de separación para aceptar al pobre Lázaro. Aquí aparece el caso
de un rico que no encierra en si riqueza. Zaqueo quiere algo más. Cuando un
adulto, persona de peso en la ciudad, sube a un árbol es porque no está de
acuerdo con la opinión de los demás. Algo más importante lo mueve por dentro.
Está queriendo abrir la puerta al pobre Lázaro.
• Lucas 19,5-7: La actitud de Jesús, reacción del pueblo y de Zaqueo. Al llegar
cerca y viendo a Zaqueo sobre un árbol, Jesús no pregunta ni exige nada. Apenas
responde al deseo del hombre y dice: "Zaqueo, ¡baja pronto! Porque
conviene que hoy me quede yo en tu casa." Zaqueo baja y recibe a Jesús en
su casa, con mucha alegría. Todos murmuraban: "¡Ha ido a hospedarse en
casa de un hombre pecador!" ¡Lucas dice que todos murmuraban! Esto
significa que Jesús estaba quedándose solo en su actitud de aceptar a los
excluidos, sobre todo a los colaboradores del sistema. Pero a Jesús no le importan
las críticas. Va a casa de Zaqueo y lo defiende contra las críticas. En vez de pecador,
le llama “hijo de Abrahán” (Lc 19,9).
• Lucas 19,8: Decisión de Zaqueo. "Daré, Señor, la mitad de mis bienes a los pobres; y si en algo defraudé a alguien, le devolveré cuatro veces más.” Esta es la conversión en Zaqueo por la aceptación de parte de Jesús. Devolver cuatro veces lo que la ley mandaba en algunos casos (Ex 21,37; 22,3). Dar la mitad de los bienes a los pobres era una novedad que producía el contacto con Jesús. Era el compartir que tenía lugar de hecho.
• Lucas 19,9-10: Palabra final de Jesús. "Hoy ha
llegado la salvación a esta casa, porque también éste es hijo de Abrahán"
La interpretación de la Ley por a Tradición antigua excluía a los publicanos de
la raza de Abrahán. Jesús dice que vino a buscar y a salvar a lo que estaba
perdido. El Reino es para todos. Nadie podía ser excluido. La opción de Jesús
es clara, su llamada también: no es posible ser amigo de Jesús y seguir
apoyando el sistema que margina y excluye a tanta gente. Al denunciar las
divisiones injustas, Jesús abre el espacio para una nueva convivencia, regida
por los nuevos valores de verdad, justicia y amor.
• Hijo de Abrahán: "Hoy ha
llegado la salvación a esta casa, porque también éste es hijo de Abrahán!"
A través de la descendencia de Abrahán, todas las naciones de la tierra serán
bendecida (Gén 12,3; 22,18). Para las comunidades de Lucas, formadas por los cristianos
de origen judaica como de origen pagana, la afirmación de Jesús llamando a Zaqueo
“hijo de Abrahán” era muy importante. En ella encontraban la confirmación de que,
en Jesús, Dios estaba cumpliendo las promesas hechas a Abrahán, dirigidas a
todas las naciones, tanto a los judíos como a los gentiles. Estos son también
hijos de Abrahán y herederos de las promesas. Jesús recibe a los que no eran recibidos.
Ofrece un sitio a los que no lo tienen. Recibe como hermano y hermana a las
personas que la religión y el gobierno excluían y etiquetaban como:
- inmorales: prostitutas y
pecadores (Mt 21,31-32; Mc 2,15; Lc 7,37-50; Jo 8,2-11),
- herejes: paganos y samaritanos
(Lc 7,2-10; 17,16; Mc 7,24-30; Jn 4,7-42),
- impuras: leprosos e poseídos (Mt
8,2-4; Lc 17,12-14; Mc 1,25-26),
- marginados: mujeres, niños y
enfermos (Mc 1,32; Mt 8,16;19,13-15; Lc 8,2-3),
- luchadores: publicanos y soldados
(Lc 18,9-14;19,1-10);
- pobres: la gente de la tierra y
los pobres sin poder (Mt 5,3; Lc 6,20; Mt 11,25-26)
Preguntas para la meditación:
• Nuestras comunidades cristianas,
¿cómo aceptan a las personas despreciadas y marginadas? ¿Somos capaces de
percibir los problemas de las personas y de prestarles atención, como lo hizo Jesús?
• ¿Cómo percibimos que la salvación
entra hoy en nuestra casa y en nuestra comunidad? La ternura de aceptación de
Jesús produce un cambio total en la vida de Zaqueo. La ternura que acepta a
todos de nuestra comunidad ¿está
provocando algún cambio en el barrio? ¿Cuál?

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